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Cuando se habla de helados y chocolates en Argentina, un nombre destaca con fuerza: Rapanui. Esta icónica heladería y chocolatería nacida en San Carlos de Bariloche ha conquistado corazones y paladares no solo en el país, sino también en los rincones más exigentes del mundo. Con una historia que combina tradición, innovación y un profundo amor por la calidad, Rapanui se ha convertido en un referente del sabor argentino.
Un Legado Familiar con Raíces Italianas
La historia de Rapanui comienza en la década de 1940, cuando Aldo Fenoglio, un maestro chocolatero originario de Turín, Italia, emigró a Argentina en busca de un nuevo comienzo. En 1948, junto a su esposa Inés Secco, fundó la confitería Tronador en Bariloche, que rápidamente se convirtió en un ícono local gracias a la calidad de sus productos y a una innovación clave: Aldo fue el creador del chocolate en rama, un invento que cautivó a los amantes del chocolate en la región.
Cuando Aldo falleció de manera repentina en 1970, su hijo Diego, con tan solo 19 años, tuvo que asumir la dirección del negocio familiar. Diego demostró una increíble capacidad para liderar, modernizando el emprendimiento y consolidando la marca Fenoglio como un referente nacional en chocolates.
En 1996, Diego decidió dar un paso audaz y fundó su propia empresa: Rapanui. El nombre tiene un origen emocional, ya que así se llamaba una casa de su infancia. Esta decisión marcó el inicio de una nueva era para la familia Fenoglio.
Helados y Chocolates que Marcan la Diferencia
Rapanui no solo es famosa por sus chocolates artesanales de calidad premium, sino también por sus helados. Elaborados diariamente en cada sucursal con frutas frescas seleccionadas, los helados de Rapanui se han convertido en una experiencia sensorial única.
Uno de sus mayores éxitos es el Franui, un exquisito bocado de frambuesas frescas cubiertas con doble baño de chocolate. Este producto, creado por Diego durante un verano lleno de inspiración, ha conquistado mercados internacionales, incluyendo Suiza, el país cuna del chocolate. Hoy, los Franui están presentes en más de 25 países, desde Europa hasta América y Oriente Medio.
Expansión Global y Filosofía de Calidad
Rapanui ha experimentado un crecimiento exponencial en las últimas décadas. Actualmente, cuenta con cinco plantas de producción en Argentina, incluida una moderna fábrica en Fátima, provincia de Buenos Aires, que requirió una inversión de 8 millones de dólares. Esta planta está destinada a producir principalmente Franui para mercados internacionales.
Además, Rapanui ha instalado una fábrica en Valencia, España, desde donde abastece a Europa y Estados Unidos. La filosofía de la empresa se basa en mantener el control total sobre la calidad, evitando franquicias y apostando por sucursales propias. Cada local es diseñado con esmero para ofrecer una experiencia única al cliente, a menudo en casonas históricas cuidadosamente remodeladas.
Curiosidades que Enamoran
Rapanui en la Cultura Argentina
Rapanui no es solo una marca; es un símbolo de calidad, innovación y tradición. Desde su local original en Bariloche, que incluso cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, hasta sus elegantes sucursales en Buenos Aires, cada detalle está pensado para enamorar al cliente. Su éxito también se debe al boca a boca y a la recomendación de clientes fieles, siguiendo el legado de su fundador.
Un Futuro Prometedor
Con planes de expansión hacia nuevos mercados y un compromiso inquebrantable con la calidad, Rapanui sigue escribiendo su historia como uno de los mayores orgullos de la gastronomía argentina. Ya sea por sus deliciosos helados, sus chocolates incomparables o sus icónicos Franui, Rapanui es mucho más que una heladería: es una experiencia que trasciende fronteras.
¡Descubrí Rapanui y sé parte de esta dulce tradición!
